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Evaluaciones Neuropsicológicas

lunes, 15 de agosto de 2016

Trastornos de Aprendizaje, Neuropsicología y Nuevas Miradas

“No es el conocimiento, sino el acto de aprendizaje; y no la posesión, sino el acto de llegar a ella, lo que concede el mayor disfrute.” - Carl Friedrich Gauss

Este artículo hablará sobre los trastornos de Aprendizaje desde la neuropsicología y se dividirá en dos o tres partes, por ahora hablaré sobre el aprendizaje y la neuropsicología, para en el próximo número hablar de los problemas de aprendizaje y posteriormente a eso, empezar a escribir sobre ejercicios de estimulación para los niños, si te interesa el aprendizaje, te invito a continuar con la lectura de este artículo, empezaré citando una frase que me encanta de  Lucio Anneo Séneca, que dice: “Debes aprender mientras dure tu ignorancia; si creemos al dicho, mientras dure tu vida.”; Aunque yo vería el aprendizaje no como un deber, sino como una pasión de vida. Finalmente quiero desear muchas felicidades a los profesores, maestros y docentes que se dedican a este arduo y apasionante trabajo de formar no sólo intelectualmente a los estudiantes, si no formarlos para la vida. Gracias por todo querido Bis.

La vida en sí es un proceso de aprendizaje, todo el tiempo y en todo momento vamos aprendiendo, aprendemos en base a las experiencias vividas y a estímulos externos, aprendemos sobre nuestros propios errores y sobre nuevas situaciones y personas, aprendemos mucho desde que nacemos hasta que fallecemos, desde el valor de la existencia y el vacío existencial, hasta aprender a besar y amar a alguien tal cual es, aprendemos valores, ideas, sentimientos, expresiones y pasión dentro del contexto que nos rodea, El aprendizaje de nuevos conceptos y acciones se da desde la niñez en donde empieza todo este apasionante proceso intermitente e implícito en el trascurso de la vida, a todo esto, viene la pregunta ¿qué es el aprendizaje?.  Existen muchas definiciones de aprendizaje, pero para este artículo utilizare las más prácticas en relación al tema, por ende, Según Talizina en el año 2000, la enseñanza – aprendizaje es un proceso activo, que requiere de la actividad entre el maestro y el Alumno (Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012); Esto se refiere a que especialmente en el colegio el proceso de aprendizaje se dará por medio de la interacción entre el maestro y el alumno que vaya desarrollándose. Además, distintos autores explican que la enseñanza es una actividad realizada por el maestro con el objetivo de formar y enseñar conocimiento en los alumnos, todo esto de una manera organizada, dirigida y especializada en relación a las necesidades del alumno, y así mismo también en como un alumno se incluye en el proceso escolar para absorber y nutrirse de todo ese conocimiento contagiado por el maestro (Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012).

En relación a todo este proceso de aprendizaje diferentes investigaciones han mostrado que no sólo es necesario tener un desarrollo escolar adecuado para el proceso de enseñanza y aprendizaje, si no que se necesitan más elementos como ser un óptimo desarrollo cerebral, ya que el desarrollo cerebral tendrá una influencia muy importante en el proceso de enseñanza y la esencia del aprendizaje como tal (Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012). Esta influencia se irá complejizando cada vez más.

En la actualidad existen lugares específicos para realizar estos procesos de enseñanza – aprendizaje (es un proceso ya que las personas no nacen “sabiendo”), lugares como el kínder, la escuela, la universidad y diferentes institutos ofrecen diversas opciones para las personas que deseen aprender, cada instituto y escuela presenta distintos modos de enseñanza al igual que los profesores, docentes, aunque mayormente las instituciones son las que rigen como “debería” enseñarse, y creo que en todo el trascurso de la enseñanza en el colegio o universidad he pasado por materias y situaciones insatisfactorias ante la gran sed de aprender que tengo, me parece que estas experiencias desfavorables son un común denominador en todas las personas, como diría Sir Winston Churchill: “Personalmente estoy siempre dispuesto a aprender, aunque no siempre me gusta que me den lecciones”; Esto lo digo no por desmerecer el trabajo de los profesores, docentes e instituciones que se encargan de una parte del proceso enseñanza – aprendizaje, sino me refiero al tipo de sistema de enseñanza vigente por años en donde “aprender” se convierte en “repetir y memorizar”. Según los Autores Baez y colaboradores (2012), el nivel básico en el colegio se considera como el lugar en donde se deben desarrollar competencias básicas que permitan al niño favorecer un aprendizaje ordenado, sistemático y continuo, además de formar habilidades y actitudes que darán normas a la vida de un individuo (SEP, 2006, en: Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012); Debido a esto el nivel básico es una etapa importante y fundamental en la educación de todo individuo ya que empezará el proceso de enseñanza – aprendizaje ya mencionado. Autores importantes como Quintanar y Solovieva (2003ª, en: Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012) explican que uno de los problemas que se da en el aprendizaje escolar puede darse porque las exigencias de la escuela no coinciden con el desarrollo psicofisiológico del niño.

Si lo vemos desde ese punto de vista entonces el esquema de una educación en grupo, rígida y establecida cambia a un punto de vista en que toda enseñanza sería mejor si fuera personalizada y respetando el ritmo de cada niño, puede que sea algo muy utópico debido al ya sistema escolar establecido en nuestro medio, pero uno no pierde nada soñando. Los Autores Sánchez y Acosta, nos explican que es aprendizaje es un proceso de adquisición dado por la actividad de la experiencia que se apoya en un cambio permanente en elementos como ser: la estructura del Sistema Nervioso, la maduración y aprendizaje. Según los Autores el aprendizaje es un proceso que posibilita el desarrollo del sistema nervioso, que experimentará una modificación en su estructura y/o función, (posiblemente) permanente que es iniciada por la estimulación del ambiente y sus estímulos (el cantar de los pájaros, la música, los paisajes, etc.) que posibilitará una mejor adaptación al medio. Los mismos autores explican que estos cambios más o menos permanentes (dados por la memoria), se reflejan a un nivel cerebral (en el los tejidos y en la química de los mismos) en cambios cuantificables (como ser los cambios a nivel de un aumento de masa cerebral) y cambios cualitativos (cambios en donde se aumenta una diferenciación en las células); Estos cambios implican fenómenos crecientes – graduales y de regresión (por ejemplo de  pérdida, como ser los periodos de muerte neuronal que se dan en etapas dadas en progresos importantes en el desarrollo) (Sánchez–Millán y Acosta, S/A).

En la actualidad la neuropsicología infantil se encuentra en un momento importante en su formación; Ya que cada vez son más los investigadores y especialistas interesados por la aplicación de los conocimientos neuropsicológicos para el análisis de casos de problemas en el aprendizaje escolar. Pese a que en las etapas iniciales del estallido de la neuropsicología infantil los estudios básicamente se realizaban con niños que tenían un daño cerebral comprobado (siendo estos muy pocos), ahora la atención principal se centra en los niños que presentan problemas comportamentales o cognoscitivos sin trastornos neurológicos comprobados (Akhutina, 1997; Quintanar y Solovieva, 2000, en: Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012); La neuropsicología infantil también puede relacionarse con la neuropsicología histórico-cultural que realizó muchas aportaciones al respecto, ya que desde esta perspectiva, no es basta con realizar sólo un análisis de las características evidentes (como ser: errores frecuentes en la lectura, la escritura o el cálculo), sino que la tarea del neuropsicología es hallar la causa en el funcionamiento que dará como consecuencia un bajo rendimiento académico de los niños, todo esto para la elaboración de los programas que puedan corregir tales complicaciones a nivel del funcionamiento neuropsicológico; Para todo esto es importante tener un aparato teórico-metodológico sólido, que tome en cuenta los aspectos psicológicos y los aspectos psicofisiológicos que los sustentan(Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012).

Debido a esto la neuropsicología, llega a ser la disciplina que permite al neuropsicólogo identificar el desarrollo psicofisiológico en diferentes elementos cerebrales que participarán en el aprendizaje; Y es así como una evaluación neuropsicológica es fundamental para detectar   insuficiencias (patológicas) en el funcionamiento y desarrollo de los distintos mecanismos cerebrales que explicarían desde lo psicofisiológico la falta de aprendizaje eficaz de las diversas asignaturas. Además, explican que las consecuencias a largo plazo de estas insuficiencias psicofisiológicas pueden verse en un bajo rendimiento escolar de los estudiantes en niveles educativos que posteriormente podrían dar la deserción y reprobación escolar (Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012)

En la actualidad y en nuestro medio las evaluaciones en muchos casos se practican se hacen a la ligera, esto dado ya que no existe una suficiente profundización de la causa de los síntomas y las quejas, son diagnosticadas al “ojímetro” sin un soporte clínico, se utilizan frecuentemente entrevistas a los niños, y a sus padres, junto con observaciones de su comportamiento, revisando exámenes de laboratorio o de neuroimagenes y a partir de esa información se emiten impresiones diagnosticas muy delicadas para el desarrollo y la vida de una persona, etiquetando a las personas y confirmando un déficit de atención con o sin hiperactividad, “retardo mental”, trastornos del aprendizaje, déficit motores, problemas del lenguaje, desintegración cognitiva o retardos generalizados del desarrollo, todo esto sin tomar en cuenta un análisis detallado y exhaustivo de las variables o elementos neuropsicológicos comprometidos en cualquier trastorno del desarrollo; Además cabe resaltar que usualmente no existe el espacio para revisar no sólo diferentes componentes cognitivos de las funciones mentales superiores, si no para revisar el comportamiento y la emoción que no son posibles a evaluar objetivamente en una sola consulta o con ayudas diagnosticas de imagenología o radiología, ya que estos elementos tienen una complejización en la presentación de sus síntomas y etiologías particular en cada persona, por ende el diagnóstico es más difícil (Sánchez–Millán y Acosta, S/A).

En distintas palabras el aprendizaje debe ser considerado como la actividad del niño, en donde el  neuropsicólogo debe valorar el nivel neuropsicológico, al cual originalmente Luria (2000) (uno de los héroes!, de esta humilde escritora <3 )  describía a el nivel neuropsicológico como el nivel psicofisiológico de la actividad humana (Quintanar y Solovieva, 2005); Por ende utilizando este punto de vista, el objeto de análisis del neuropsicólogo no se limita solo a la memoria o la atención del niño, como funciones independientes, sino también se debe dar a las acciones escolares básicas de lectura, escritura y cálculo. Por ende el Diagnostico que se debe establecer dado por análisis neuropsicológico de las acciones escolares debe descubrir las causas de las dificultades que presenta el alumno durante el proceso de aprendizaje diferenciándose del diagnóstico tradicional (“déficit de atención”, “disgrafía”, “dislexia” y “discalculia”); Ya que todos estos términos solo se refieren a dificultades o síntomas negativos en el desempeño del niño, pero llegan más allá, no ahondan en lo profundo del pozo y definitivamente no descubren las causas neuropsicológicas que se encuentran detrás de dichas dificultades. Desde un punto de vista psicológico, en la actividad escolar se diferencian niveles específicos de análisis, como ser (Leontiev, 2000, en: Quintanar y Solovieva, 2005): la actividad, la acción, la operación y mecanismos psicofisiológicos que presentan interacciones entre ellos (Quintanar y Solovieva, 2005).

La neuropsicología en niños diferente a la de los adultos, ya que se debe tener en cuenta diferentes etapas del desarrollo donde se dan muchos cambios al mismo tiempo, complejizando y poniendo en una difícil predicción del papel de una sola estructura cerebral en la función cognitiva y en el comportamiento; Se observa que el cerebro sano de un niño se muestra en cada edad en relación al grado de maduración alcanzado con patrones de condiciones dados, lo que ante cualquier daño funcional o estructural va a expresarse cada momento de forma diferente; Por ende la identificación de las disfunciones cerebrales que afectan a un niño deben ser evaluadas a detalle para conocer las causas del fracaso, de ahí la importancia una valoración neuropsicológica oportuna y correctamente realizada (por alguien especializado en el tema o con gran experiencia en el mismo). Los trastornos del desarrollo solo aparecen cuando se requiere desarrollar una habilidad, esto se da usualmente en cursos de primaria (o antes), especialmente al necesitarse habilidades que ocurren antes y son necesarias para el desarrollo de un aprendizaje formal apto, así que un trastorno del aprendizaje no puede comenzar en la adolescencia; Así también los niños presentan problemas en un área u otra, pero no se da en todas, por lo tanto un déficit en el aprendizaje siempre es específico y no generalizado, esto hará que los niños tengan un desempeño oportuno en otras áreas, como ser bueno en la lectura, pero con varias complicaciones y problemas al intentar realizar matemáticas.  Además, es importante diferencian que si lo los resultados son básicos en relación al aprendizaje de su edad y con poco desfase el niño tan sólo podría tener un aprendizaje lento y sin embargo el desfase es muy marcado y global en relación a su grupo etario (grupo de niños de su misma edad) y grupo del mismo curso, señalan los autores que se hablaría de discapacidad intelectual (DI) (Sánchez–Millán y Acosta, S/A).

Sin embargo se requiere de una evaluación neuropsicológica llevada a cabo con ayuda de procedimientos específicos, como la organización de la interacción entre el niño y el adulto; Además de incluir acciones y operaciones que permiten al neuropsicólogo analizar el estado de los mecanismos neuropsicológicos particulares (Korsakova, Mikadze y Balashova, 1997; Tsvetkova, 1998; Semago y Cols., 1999; Quintanar y Solovieva, 2003a, 2003b, en: Quintanar y Solovieva, 2005); De modo que el diagnóstico neuropsicológico correcto permitirá elaborar los métodos adecuados para la corrección y la prevención de los problemas comunes en el aprendizaje escolar (Semenovich, 1998; Pilayeva y Akhutina, 1997; Solovieva, Quintanar y Flores, 2002; Solovieva y Quitanar, 2001; Akhutina y Zolotariova, 2001; Santana, 1999, 2002, en: Quintanar y Solovieva, 2005).


Bibliografía

Sánchez–Millán, M., y Acosta, B. (S/A). Aportes de la valoración neuropsicológica en el trastorno del aprendizaje.

Baez, N., García, E., Flores, M., Aguilar, G., y Quintanar, R. (2012). Aportaciones de la neuropsicología a la evaluación del desempeño escolar y del aprendizaje.

Quintanar, R., y Solovieva, Y. (2005). Análisis neuropsicológico de los problemas en el aprendizaje escolar. Revista Internacional del Magisterio (Colombia), 15, 26-30.

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Contacto: Rossana.M.Taboada@gmail.com

Escrito para: https://issuu.com/reviewbolivia/docs/edicion_3

ARTÍCULO: Trastornos de Aprendizaje, Neuropsicología y Nuevas Miradas

PARTE I
“No es el conocimiento, sino el acto de aprendizaje; y no la posesión, sino el acto de llegar a ella, lo que concede el mayor disfrute.” - Carl Friedrich Gauss

Este artículo hablará sobre los trastornos de Aprendizaje desde la neuropsicología y se dividirá en dos o tres partes, por ahora hablaré sobre el aprendizaje y la neuropsicología, para en el próximo número hablar de los problemas de aprendizaje y posteriormente a eso, empezar a escribir sobre ejercicios de estimulación para los niños, si te interesa el aprendizaje, te invito a continuar con la lectura de este artículo, empezaré citando una frase que me encanta de  Lucio Anneo Séneca, que dice: “Debes aprender mientras dure tu ignorancia; si creemos al dicho, mientras dure tu vida.”; Aunque yo vería el aprendizaje no como un deber, sino como una pasión de vida. Finalmente quiero desear muchas felicidades a los profesores, maestros y docentes que se dedican a este arduo y apasionante trabajo de formar no sólo intelectualmente a los estudiantes, si no formarlos para la vida. Gracias por todo querido Bis.

La vida en sí es un proceso de aprendizaje, todo el tiempo y en todo momento vamos aprendiendo, aprendemos en base a las experiencias vividas y a estímulos externos, aprendemos sobre nuestros propios errores y sobre nuevas situaciones y personas, aprendemos mucho desde que nacemos hasta que fallecemos, desde el valor de la existencia y el vacío existencial, hasta aprender a besar y amar a alguien tal cual es, aprendemos valores, ideas, sentimientos, expresiones y pasión dentro del contexto que nos rodea, El aprendizaje de nuevos conceptos y acciones se da desde la niñez en donde empieza todo este apasionante proceso intermitente e implícito en el trascurso de la vida, a todo esto, viene la pregunta ¿qué es el aprendizaje?.  Existen muchas definiciones de aprendizaje, pero para este artículo utilizare las más prácticas en relación al tema, por ende, Según Talizina en el año 2000, la enseñanza – aprendizaje es un proceso activo, que requiere de la actividad entre el maestro y el Alumno (Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012); Esto se refiere a que especialmente en el colegio el proceso de aprendizaje se dará por medio de la interacción entre el maestro y el alumno que vaya desarrollándose. Además, distintos autores explican que la enseñanza es una actividad realizada por el maestro con el objetivo de formar y enseñar conocimiento en los alumnos, todo esto de una manera organizada, dirigida y especializada en relación a las necesidades del alumno, y así mismo también en como un alumno se incluye en el proceso escolar para absorber y nutrirse de todo ese conocimiento contagiado por el maestro (Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012).

En relación a todo este proceso de aprendizaje diferentes investigaciones han mostrado que no sólo es necesario tener un desarrollo escolar adecuado para el proceso de enseñanza y aprendizaje, si no que se necesitan más elementos como ser un óptimo desarrollo cerebral, ya que el desarrollo cerebral tendrá una influencia muy importante en el proceso de enseñanza y la esencia del aprendizaje como tal (Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012). Esta influencia se irá complejizando cada vez más.

En la actualidad existen lugares específicos para realizar estos procesos de enseñanza – aprendizaje (es un proceso ya que las personas no nacen “sabiendo”), lugares como el kínder, la escuela, la universidad y diferentes institutos ofrecen diversas opciones para las personas que deseen aprender, cada instituto y escuela presenta distintos modos de enseñanza al igual que los profesores, docentes, aunque mayormente las instituciones son las que rigen como “debería” enseñarse, y creo que en todo el trascurso de la enseñanza en el colegio o universidad he pasado por materias y situaciones insatisfactorias ante la gran sed de aprender que tengo, me parece que estas experiencias desfavorables son un común denominador en todas las personas, como diría Sir Winston Churchill: “Personalmente estoy siempre dispuesto a aprender, aunque no siempre me gusta que me den lecciones”; Esto lo digo no por desmerecer el trabajo de los profesores, docentes e instituciones que se encargan de una parte del proceso enseñanza – aprendizaje, sino me refiero al tipo de sistema de enseñanza vigente por años en donde “aprender” se convierte en “repetir y memorizar”. Según los Autores Baez y colaboradores (2012), el nivel básico en el colegio se considera como el lugar en donde se deben desarrollar competencias básicas que permitan al niño favorecer un aprendizaje ordenado, sistemático y continuo, además de formar habilidades y actitudes que darán normas a la vida de un individuo (SEP, 2006, en: Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012); Debido a esto el nivel básico es una etapa importante y fundamental en la educación de todo individuo ya que empezará el proceso de enseñanza – aprendizaje ya mencionado. Autores importantes como Quintanar y Solovieva (2003ª, en: Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012) explican que uno de los problemas que se da en el aprendizaje escolar puede darse porque las exigencias de la escuela no coinciden con el desarrollo psicofisiológico del niño.

Si lo vemos desde ese punto de vista entonces el esquema de una educación en grupo, rígida y establecida cambia a un punto de vista en que toda enseñanza sería mejor si fuera personalizada y respetando el ritmo de cada niño, puede que sea algo muy utópico debido al ya sistema escolar establecido en nuestro medio, pero uno no pierde nada soñando. Los Autores Sánchez y Acosta, nos explican que es aprendizaje es un proceso de adquisición dado por la actividad de la experiencia que se apoya en un cambio permanente en elementos como ser: la estructura del Sistema Nervioso, la maduración y aprendizaje. Según los Autores el aprendizaje es un proceso que posibilita el desarrollo del sistema nervioso, que experimentará una modificación en su estructura y/o función, (posiblemente) permanente que es iniciada por la estimulación del ambiente y sus estímulos (el cantar de los pájaros, la música, los paisajes, etc.) que posibilitará una mejor adaptación al medio. Los mismos autores explican que estos cambios más o menos permanentes (dados por la memoria), se reflejan a un nivel cerebral (en el los tejidos y en la química de los mismos) en cambios cuantificables (como ser los cambios a nivel de un aumento de masa cerebral) y cambios cualitativos (cambios en donde se aumenta una diferenciación en las células); Estos cambios implican fenómenos crecientes – graduales y de regresión (por ejemplo de  pérdida, como ser los periodos de muerte neuronal que se dan en etapas dadas en progresos importantes en el desarrollo) (Sánchez–Millán y Acosta, S/A).

En la actualidad la neuropsicología infantil se encuentra en un momento importante en su formación; Ya que cada vez son más los investigadores y especialistas interesados por la aplicación de los conocimientos neuropsicológicos para el análisis de casos de problemas en el aprendizaje escolar. Pese a que en las etapas iniciales del estallido de la neuropsicología infantil los estudios básicamente se realizaban con niños que tenían un daño cerebral comprobado (siendo estos muy pocos), ahora la atención principal se centra en los niños que presentan problemas comportamentales o cognoscitivos sin trastornos neurológicos comprobados (Akhutina, 1997; Quintanar y Solovieva, 2000, en: Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012); La neuropsicología infantil también puede relacionarse con la neuropsicología histórico-cultural que realizó muchas aportaciones al respecto, ya que desde esta perspectiva, no es basta con realizar sólo un análisis de las características evidentes (como ser: errores frecuentes en la lectura, la escritura o el cálculo), sino que la tarea del neuropsicología es hallar la causa en el funcionamiento que dará como consecuencia un bajo rendimiento académico de los niños, todo esto para la elaboración de los programas que puedan corregir tales complicaciones a nivel del funcionamiento neuropsicológico; Para todo esto es importante tener un aparato teórico-metodológico sólido, que tome en cuenta los aspectos psicológicos y los aspectos psicofisiológicos que los sustentan(Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012).

Debido a esto la neuropsicología, llega a ser la disciplina que permite al neuropsicólogo identificar el desarrollo psicofisiológico en diferentes elementos cerebrales que participarán en el aprendizaje; Y es así como una evaluación neuropsicológica es fundamental para detectar   insuficiencias (patológicas) en el funcionamiento y desarrollo de los distintos mecanismos cerebrales que explicarían desde lo psicofisiológico la falta de aprendizaje eficaz de las diversas asignaturas. Además, explican que las consecuencias a largo plazo de estas insuficiencias psicofisiológicas pueden verse en un bajo rendimiento escolar de los estudiantes en niveles educativos que posteriormente podrían dar la deserción y reprobación escolar (Baez, García, Flores, Aguilar y Quintanar, 2012)

En la actualidad y en nuestro medio las evaluaciones en muchos casos se practican se hacen a la ligera, esto dado ya que no existe una suficiente profundización de la causa de los síntomas y las quejas, son diagnosticadas al “ojímetro” sin un soporte clínico, se utilizan frecuentemente entrevistas a los niños, y a sus padres, junto con observaciones de su comportamiento, revisando exámenes de laboratorio o de neuroimagenes y a partir de esa información se emiten impresiones diagnosticas muy delicadas para el desarrollo y la vida de una persona, etiquetando a las personas y confirmando un déficit de atención con o sin hiperactividad, “retardo mental”, trastornos del aprendizaje, déficit motores, problemas del lenguaje, desintegración cognitiva o retardos generalizados del desarrollo, todo esto sin tomar en cuenta un análisis detallado y exhaustivo de las variables o elementos neuropsicológicos comprometidos en cualquier trastorno del desarrollo; Además cabe resaltar que usualmente no existe el espacio para revisar no sólo diferentes componentes cognitivos de las funciones mentales superiores, si no para revisar el comportamiento y la emoción que no son posibles a evaluar objetivamente en una sola consulta o con ayudas diagnosticas de imagenología o radiología, ya que estos elementos tienen una complejización en la presentación de sus síntomas y etiologías particular en cada persona, por ende el diagnóstico es más difícil (Sánchez–Millán y Acosta, S/A).

En distintas palabras el aprendizaje debe ser considerado como la actividad del niño, en donde el  neuropsicólogo debe valorar el nivel neuropsicológico, al cual originalmente Luria (2000) (uno de los héroes!, de esta humilde escritora <3 )  describía a el nivel neuropsicológico como el nivel psicofisiológico de la actividad humana (Quintanar y Solovieva, 2005); Por ende utilizando este punto de vista, el objeto de análisis del neuropsicólogo no se limita solo a la memoria o la atención del niño, como funciones independientes, sino también se debe dar a las acciones escolares básicas de lectura, escritura y cálculo. Por ende el Diagnostico que se debe establecer dado por análisis neuropsicológico de las acciones escolares debe descubrir las causas de las dificultades que presenta el alumno durante el proceso de aprendizaje diferenciándose del diagnóstico tradicional (“déficit de atención”, “disgrafía”, “dislexia” y “discalculia”); Ya que todos estos términos solo se refieren a dificultades o síntomas negativos en el desempeño del niño, pero llegan más allá, no ahondan en lo profundo del pozo y definitivamente no descubren las causas neuropsicológicas que se encuentran detrás de dichas dificultades. Desde un punto de vista psicológico, en la actividad escolar se diferencian niveles específicos de análisis, como ser (Leontiev, 2000, en: Quintanar y Solovieva, 2005): la actividad, la acción, la operación y mecanismos psicofisiológicos que presentan interacciones entre ellos (Quintanar y Solovieva, 2005).

La neuropsicología en niños diferente a la de los adultos, ya que se debe tener en cuenta diferentes etapas del desarrollo donde se dan muchos cambios al mismo tiempo, complejizando y poniendo en una difícil predicción del papel de una sola estructura cerebral en la función cognitiva y en el comportamiento; Se observa que el cerebro sano de un niño se muestra en cada edad en relación al grado de maduración alcanzado con patrones de condiciones dados, lo que ante cualquier daño funcional o estructural va a expresarse cada momento de forma diferente; Por ende la identificación de las disfunciones cerebrales que afectan a un niño deben ser evaluadas a detalle para conocer las causas del fracaso, de ahí la importancia una valoración neuropsicológica oportuna y correctamente realizada (por alguien especializado en el tema o con gran experiencia en el mismo). Los trastornos del desarrollo solo aparecen cuando se requiere desarrollar una habilidad, esto se da usualmente en cursos de primaria (o antes), especialmente al necesitarse habilidades que ocurren antes y son necesarias para el desarrollo de un aprendizaje formal apto, así que un trastorno del aprendizaje no puede comenzar en la adolescencia; Así también los niños presentan problemas en un área u otra, pero no se da en todas, por lo tanto un déficit en el aprendizaje siempre es específico y no generalizado, esto hará que los niños tengan un desempeño oportuno en otras áreas, como ser bueno en la lectura, pero con varias complicaciones y problemas al intentar realizar matemáticas.  Además, es importante diferencian que si lo los resultados son básicos en relación al aprendizaje de su edad y con poco desfase el niño tan sólo podría tener un aprendizaje lento y sin embargo el desfase es muy marcado y global en relación a su grupo etario (grupo de niños de su misma edad) y grupo del mismo curso, señalan los autores que se hablaría de discapacidad intelectual (DI) (Sánchez–Millán y Acosta, S/A).

Sin embargo se requiere de una evaluación neuropsicológica llevada a cabo con ayuda de procedimientos específicos, como la organización de la interacción entre el niño y el adulto; Además de incluir acciones y operaciones que permiten al neuropsicólogo analizar el estado de los mecanismos neuropsicológicos particulares (Korsakova, Mikadze y Balashova, 1997; Tsvetkova, 1998; Semago y Cols., 1999; Quintanar y Solovieva, 2003a, 2003b, en: Quintanar y Solovieva, 2005); De modo que el diagnóstico neuropsicológico correcto permitirá elaborar los métodos adecuados para la corrección y la prevención de los problemas comunes en el aprendizaje escolar (Semenovich, 1998; Pilayeva y Akhutina, 1997; Solovieva, Quintanar y Flores, 2002; Solovieva y Quitanar, 2001; Akhutina y Zolotariova, 2001; Santana, 1999, 2002, en: Quintanar y Solovieva, 2005).


Bibliografía

Sánchez–Millán, M., y Acosta, B. (S/A). Aportes de la valoración neuropsicológica en el trastorno del aprendizaje.

Baez, N., García, E., Flores, M., Aguilar, G., y Quintanar, R. (2012). Aportaciones de la neuropsicología a la evaluación del desempeño escolar y del aprendizaje.

Quintanar, R., y Solovieva, Y. (2005). Análisis neuropsicológico de los problemas en el aprendizaje escolar. Revista Internacional del Magisterio (Colombia), 15, 26-30.

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Contacto: Rossana.M.Taboada@gmail.com
Escrito para: https://issuu.com/reviewbolivia/docs/edicion_3